sábado, 29 de marzo de 2014

1 )En Marxismo y crítica literaria, Terry Eagleton explora las principales cuestiones del pensamiento marxista acerca de la literatura y sus relaciones con la historia, la forma y el contenido, el compromiso del escritor y el autor como productor, para lo cual revisa no solo a Marx sino a los más destacados teóricos marxistas que hayan reflexionado sobre la creación literaria.
El contrapunto de interpretaciones sobre el fenómeno literario expuestos a lo largo del libro advierten que la crítica literaria marxista está muy distante de constituir un cuerpo homogéneo de fundamentos y pensadores. Eagleton detalla cómo posteriores reflexiones a las de Marx y Engels añadieron, modificaron o radicalizaron algunas de sus afirmaciones. No obstante, acota el crítico inglés, la crítica marxista de la literatura tiene por finalidad explicar la obra literaria (forma, estilo y significados) y las determinaciones históricas que actúan sobre estos recursos, y explicar los aspectos formales de una obra literaria comprendiéndolos como resultados de un proceso histórico. Supone un análisis histórico, pero no se limita a ello ni a una sociología de la literatura. En última instancia, entender la literatura es para la crítica marxista entender el proceso total del cual forma parte.
Eagleton anota que el propio Lenin se opuso a que la literatura proletaria sea cultivada con arreglo a un mandato político, pues lo rechazaba por artificial. Más bien, Lenin invitaba a conservar lo más valioso del artes burgués que pudiera ser empleado en nombre de la revolución. Un gran escritor reaccionario podría escribir una gran obra revolucionaria, como el caso de Tolstoi, ya que las creaciones artísticas no están plenamente determinadas por la ideología de sus autores. Trotsky también insiste en que la cultura socialista incorpore lo mejor del arte burgués.  En eso, la literatura es una ideología.  Los autores exprimían sus ideas políticas a través de la literatura, haciendo de ella un arma. Eagleton destaca las apreciaciones de Marx y Engels en torno a la función del arte dentro de la revolución. Ambos sostenían que el arte no era de ningún modo un medio sino un fin en sí mismo, por lo cual se ubican en las antípodas de evaluar la literatura bajo prescripción política. Pero la ideología no es siempre una simple refleccion de una clase dominante, es más complejo que eso.
El autor se refiere al Modo literario de producción, que se define como una unidad de ciertas fuerzas y relaciones sociales de la producción literaria en una determinada formación social. Destaca  también la Ideología general, constituida por los discursos acerca de creencias y valores que están relacionados con las estructuras de producción material, y que reflejan las relaciones entre las experiencias vividas de sujetos individuales con las condiciones sociales en que se producen.

2) No es que la forma sea una dimensión menor respecto al contenido, sino que la forma literaria es ideológica. Por consiguiente, hay que prestar atención a las expresiones, formas y retórica del lenguaje no para reforzar un análisis inmanentista desde el texto (close reading), sino para examinar la forma que la ideología ha adquirido en el discurso. Para Lukács la novela como forma literaria surge en un momento histórico donde la ideología burguesa requería de una expresión literaria acorde a su visión del mundo. Sin embargo, ello no impidió que dentro del realismo aparecieran novelas que subvirtieran la ideología hegemónica
mediante representaciones del decadentismo burgués, como La guerra y la paz, de Tolstoi o el ciclo de la Comedia humana de Balzac. El estructuralismo genético de otro crítico marxista como Lucien Goldmann se fija en la relación dialéctica entre el texto, la visión del mundo y la historia, es decir en explicar las condiciones históricas en las que surge una ideología y la forma que adquieren en el texto literario.

El autor dice que las formas históricamente son determinadas por la clase 'de contenido' que ellos tienen que incorporar; ellos son cambiados, transformados, estropeados y revolucionados como aquel contenido sí mismo se cambia. 'El contenido' está en este sentido antes 'de la forma', tal como para el Marxismo esto es cambios del material de una sociedad 'el contenido', su modo de producción, que determina 'las formas' de su superestructura.

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