domingo, 23 de febrero de 2014

Clase proyecto

1)      Obra estudiada : Pedro Paramo de Juan Rulfo
Historia/sinopsis:
 La novela se inicia con el relato en primera persona de Juan Preciado, quien le prometió a su madre en su lecho de muerte que regresaría a Comala para reclamarle a su padre, Pedro Páramo, lo que les pertenece. Preciado, cuyo nombre no conocemos hasta avanzada la novela, sugiere que no tenía intenciones de cumplir esta promesa hasta que comienza a tener visiones subjetivas de Comala y de Pedro Páramo, que finalmente lo llevan a empezar su viaje. Su narración está fragmentada y se ve mezclada con diálogos de su recientemente difunta madre, Dolores Preciado. También se ve interrumpida y reemplazada por una línea narrativa en primera persona que aparentemente es de Pedro Páramo.
Preciado se encuentra con varias personas en Comala, a quienes, en determinado momento, comienza a percibir como muertas. Al acabar el primer tercio de la novela, la narración de Preciado se detiene y empieza el monólogo interior de Pedro Páramo como narrador omnisciente. La mayoría de los personajes en la narración de Juan Preciado (Dolores Preciado, Eduviges Dyada, Abundio Martínez, Susana San Juan y Damiana Cisneros) están presentes en esa narración omnisciente, pero con perfil mucho menos subjetivo. Las dos narrativas mayores que compiten, dan versiones descriptivas diferentes de Comala. Sin embargo, es la narración omnisciente la que describe a Pedro Páramo y da detalles de su vida, desde su idealización juvenil de Susana San Juan, su encumbramiento, sus abusos tiránicos, su condición de faldero, hasta su muerte. Aunque la condición destacable de su personalidad es la crueldad, Pedro Páramo es también mostrado como siendo un padre que adoraba a su hijo, nacido fuera de su matrimonio, Miguel Páramo, pero igual criado por él en su hogar. También como un astuto jefe que sabe cómo manejar a sus mercenarios, que de otro modo hubiesen arrasado Comala.
Mientras que la brocha descriptiva de Juan Preciado, se presenta en forma más o menos lineal, la de Pedro Páramo aparece en desorden e insertada por fragmentos en la de aquél.
-Relevancia personal: He elegido Pedro Paramo porque me gusta mucho el autor, y esta novela, pienso que puede ser interesante analizarla. Me gusta la historia y los personajes.
-Importancia en las letras mexicanas: El mexicano Juan Rulfo (1918-1986) figura, a pesar de la brevedad de su obra, entre los grandes renovadores de la narrativa hispanoamericana del siglo XX. De formación autodidacta, trabajó como guionista para el cine y la televisión. Con sólo dos obras de ficción publicadas -el libro de relatos El llano en llamas y la novela Pedro Páramo, ha ejercido una decisiva influencia en la literatura en castellano del último medio siglo. En 1983 recibió el premio Príncipe de Asturias de las Letras.
Tantas veces se ha repetido que Pedro Páramo es la mejor novela mexicana del siglo xx que con ello se olvida que es, simplemente, una de las mejores novelas del siglo pasado. Diversos mitos han dificultado un reconocimiento aún mayor de su importancia: en primer lugar, ha tenido que lidiar con la fama de ser la novela mexicana «por excelencia», dejando a un lado su modernidad y su vigor universal; en segundo, ha debido soportar el desprecio de algunos críticos -incluido un célebre jurado del premio Nobel- ante su escaso centenar y medio de páginas, cuando en ellas se cifra un universo literario completo.
-Teoría literaria con la cual voy a analizar Pedro Paramo: Escogí la teoría estructuralista de Gerard Genette. El divide el análisis estructural del relato en tres partes: el tiempo narrativo (con el orden narrativo, la duración, y la frecuencia narrativa), el modo narrativo (con la focalización, y la distancia) y la voz narrativa (con los niveles narrativos, y el tiempo del relato). A partir de estos tres grupos podemos analizar cualquiera novela, y en mi caso, le de Pedro Paramo del autor mexicano Juan Rulfo.


2)      Estado de la cuestión

-Donde puedo buscar: En internet, en el libro Palimpsestos, de G. Genette, en artículos sobre la obra, en las críticas de la obra…

-Quienes han escrito sobre esta obra: La primera edición de Pedro Páramo apareció en marzo de 1955, y el libro La recepción inicial de Pedro Páramo (1955-1963), de Jorge Zepeda, hace un pormenorizado recuento de la crítica que se escribió en esos años, poco antes de la aparición del libro y en los años consecutivos, con una revisión de sus distintas ediciones y traducciones hasta el año de publicación de esta investigación ejemplar (2005, con motivo del cincuentenario de Pedro Páramo).
Algunos críticos advirtieron de inmediato que se trataba de una obra maestra, aunque no faltarían lectores habituados a los esquemas novelísticos del siglo XIX que se desorientaron frente a su innovadora estructura, reaccionando con desconcierto. Pero los estudios más recientes al respecto, como el mencionado La recepción inicial de Pedro Páramo, han puesto en claro que desde el principio el reconocimiento a esta obra, dentro y fuera de México, ha sido ininterrumpido y creciente. Los estudios dedicados a Pedro Páramo son muy numerosos y se incrementan cada año.

Sobre Pedro Páramo se han expresado autores como Jorge Luis Borges, Gabriel García Márquez y Susan Sontag:

García Márquez escribió en 1980, al recordar su primera lectura de la novela:
“... Álvaro Mutis subió a grandes zancadas los siete pisos de mi casa con un paquete de libros, separó del montón el más pequeño y corto, y me dijo muerto de risa: ¡Lea esa vaina, carajo, para que aprenda! Era Pedro Páramo. Aquella noche no pude dormir mientras no terminé la segunda lectura. Nunca, desde la noche tremenda en que leí La Metamorfosis de Kafka en una lúgubre pensión de estudiantes de Bogotá —casi diez años atrás— había sufrido una conmoción semejante.”

También había dicho García Márquez en 1978:
“A Juan Rulfo, por otra parte, se le reprocha mucho que sólo haya escrito Pedro Páramo. Se le molesta siempre preguntándole cuándo tendrá otro libro. Es un error. En primer término, para mí los cuentos de Rulfo son tan importantes como su novela Pedro Páramo, que, lo repito, es para mí, si no la mejor, si no la más larga, si no la más importante, sí la más bella de las novelas que se han escrito jamás en lengua castellana. Yo nunca le pregunto a un escritor por qué no escribe más. Pero en el caso de Rulfo soy mucho más cuidadoso. Si yo hubiera escrito Pedro Páramo no me preocuparía ni volvería a escribir nunca en mi vida.”

En la parte final de su escrito de 1980 dice igualmente el colombiano, refiriéndose tanto a El Llano en llamas como a Pedro Páramo:
“Ahora quiero decir que he vuelto a leerlo completo para escribir estas breves nostalgias, y que he vuelto a ser la víctima inocente del mismo asombro de la primera vez. No son más de 300 páginas, pero son casi tantas, y creo que tan perdurables, como las que conocemos de Sófocles.”

Borges dejó escrito en 1985:
"Pedro Páramo es una de las mejores novelas de las literaturas de lengua hispánica, y aun de la literatura."

Y Susan Sontag escribió en 1994:
"La novela de Rulfo no es sólo una de las obras maestras de la literatura mundial del siglo XX, sino uno de los libros más influyentes de este mismo siglo."
Encuestas hechas por el diario español El País o el semanario alemán Die Zeit, así como por el Club Noruego del Libro y el Instituto Nobel de Suecia han arrojado resultados que ubican a Pedro Páramo entre las obras más importantes de la historia de la literatura en español y universal.
Opiniones similares a las de estos autores han expresado José María Arguedas, Gao Xingjian, Kenzaburo Oé, Tahar Ben Jelloun y otros. Los textos completos de los citados y de estos últimos, siempre sobre la obra de Juan Rulfo, se han reunido en el libro Juan Rulfo: otras miradas, coordinado por Víctor Jiménez, Julio Moguel y Jorge Zepeda, del que se proporciona más información en esta página oficial de Juan Rulfo.

-Qué tipo de articulo me interesa leer? :

3)      Elaboración de una hipótesis
Juan Rulfo creó el personaje de Pedro Páramo para plasmar no solo la realidad mexicana, sino también los sufrimientos del pueblo latinoamericano por las atrocidades cometidas por los dictadores que ha tenido y padecido a través de su historia

4)      ¿Cuál es la conexión entre la teoría estudiada y mi obra?
Para mí sería interesante analizar la estructura de esta novela. Pienso que la teoría de análisis literario de G. Genette es adaptada a esta novela. Se podría analizar la estructura de la novela de Juan Rulfo, porque hay muchas diferencias y matices en esta novela a propósito de la forma. De entre los aspectos técnicos que aparecen en la novela, ya se han citado, los más destacados: el entrecruce de dos historias diferentes, el desorden cronológico, las elipsis narrativas entre secuencias, la mezcla entre la ficción y la realidad, las descripciones sobrias pero a la vez intensas. Pero quizá sea el monólogo interior la modalidad narrativa más destacada en la obra de Rulfo.
Mediante estos monologos, el lector se introduce en la vida privada de los personajes. El autor reproduce el mundo interior de sus personajes mientras que permanece impasible.
El monólogo es un discurso que carece de una organización lógica y en el cual los personajes expresan, mediante una reducida sintaxis, sus pensamientos en su estado más original y elemental, es decir, tal y como salen de la mente. O sea podremos ver y analizar los diferentes niveles de punto de vista, los diferentes narradores…
Y también es la alternancia entre estos monólogos y los diálogos lo que contribuye a clasificar a Pedro Páramo como una de las novelas más trabajadas y a la vez fragmentadas de la literatura hispanoamericana.






domingo, 2 de febrero de 2014

Al hablar de la Teoría Crítica, es imprescindible mencionar primero la Escuela de Frankfurt, que destacó por ser la cuna de una nueva corriente de pensamiento de autores reconocidos en varios ámbitos: filosofía, psicología, politología, economía, arte, estética… Se fundó sobre 1923 en un Instituto para la Investigación Social, una organización independiente donde empezaron a trabajar algunos de los intelectuales más conocidos.
El concepto crítico “industria cultural” no es meramente un apéndice en la teoría crítica de Adorno, sino que resume, en el actual estadio de desarrollo, una situación que se caracteriza por la extrema mercantilización de lo que antaño pareció conservar cierta autonomía y por el desfallecimiento del que en la época clásica de la filosofía europea era llamado “sujeto” o “individuo”.
El punto de partida serían algunas pautas marxistas, como la de que la comunicación procede de la afirmación de que “las ideas de la clase dominante son en todas las épocas las ideas dominantes”. Aunque esta frase se presta a más de una interpretación, la tendencia ideológica general se orientará a fomentar el crecimiento de las fuerzas de las clases opuestas o a desfigurarlas para restarles legitimidad. Hay que tener en cuenta la importancia de la herencia intelectual de la Escuela de Franfurt.
Los críticos teóricos que más destacaron en este campo fueron, sin duda,  los de la generación de Adorno y Horkheimer, pero existen muchos de renombre. Formularon unas teorías donde destacaba la modernidad (fenómenos sociológicos, políticos de la sociedad industrial, cuál es la posición del sujeto en esa misma sociedad industrial…), y donde se  reformulaba la teoría marxista (y freudiana) hasta convertirla en una doctrina que se volvió en una especie de autoridad. Analizando las desigualdades económicas se entendían los conflictos sociales.

El pensamiento de Theodor Adorno se inscribe dentro de la corriente dialéctica que define el pensamiento crítico del pasado siglo y, en concreto, a los integrantes de la Escuela de Francfort. Filosóficamente es discípulo de la fenomenología de Husserl. Para Adorno, la crítica y elpensamiento crítico se ven cercenados y esterilizados por las expresiones culturales de la sociedad industrializada. El pensamiento filosófico debe plantearse como 'crítica cultural', que evidencie las contradicciones entre la 'sociedad real' y su 'deber ser ideal'. La propuesta intelectual de Adorno se basa en la toma de conciencia de la situación y la denuncia de la apariencia de libertad de la sociedad de consumo, esto es, del espejismo de la cultura cosificada, desarrollada por la que describe como 'industria cultural', nutriente de la 'cultura de masas' (v. Adorno, T. y Max Horkheimer, La industria cultural. Iluminismo como mistificación de masas ). Los productos culturales y el desarrollo tecnológico deshumanizado son los ingredientes que contribuyen a la desideologización de la sociedad. Las industrias culturales reducen la circulación del conocimiento a través de los espacios de ocio, que dan "demasiado poco y demasiado malo".
Para Adorno es necesario volver con mayor intensidad a la filosofía para recuperar el pensamiento, la acción crítica, que ha sido esterilizada por la sociedad industrial. En Adorno se encuentran muchos de los argumentos de la contestación de los años sesenta a la entonces llamada sociedad de consumo.
Su obra más conocida, La Dialéctica de la Ilustración, escrita junto a su maestro Max Horkheimer, que es en la que se aborda la 'cultura de masas' y las prácticas de las 'industrias culturales', que no es, según señala, una verdadera cultura nacida de esas masas. En Prismas yCrítica cultural y sociedad se reúnen los trabajos de crítica literaria.

Los postulados que emitió la Escuela de Frankfurt fueron principalmente dos: uno tenía que ver con el método, y el otro con el punto de vista desde el cual se proyectaba la teoría. Es decir, la crítica al modo de actuar o hacer (Adorno) y una crítica al modo de ver o pensar las cosas que se hacen (Popper).
Adorno afirmó que “la cultura debía ser aquella condición que excluye una opinión capaz de medirla”. Su objeto de estudio fue la comunicación social. ¿Se puede estudiar la cultura acotándola; de forma objetiva? ¿Qué es la sociedad en este caso? ¿Sujeto u objeto? Si contestamos objeto, ¿no damos pie a que la ciencia que piense de ese modo nos manipule? Siempre habrá una relación entre la forma de pensar de alguien y la forma de actuar pero, en última instancia, la práctica es la que condiciona a  la manera de pensar. Lo que nos define es nuestra forma de actuar.
Hay que mencionar la Dialéctica del Iluminismo . Esta teoría analiza una sociedad liberal, donde encuentra una serie de factores que reproducen demasiados esquemas, y que forman parte de un mismo proyecto histórico que se conoce por “modernidad”. Se recurre a la tecnología como recurso de ventas a la hora de capturar y movilizar las necesidades sociales. A través de este gancho, la sociedad se rinde ante las nuevas necesidades.
La aparición de la imprenta tiene mucho que ver con todo esto que explica la Dialéctica del Iluminismo, porque permitió fijar los idiomas y el estándar lingüístico de cada país. Esto permitó una construcción de identidades nacionales. Es decir: que el cambio tecnológico impulsa un cambio social, pero, la tecnología es a su vez un resultado de cambios sociales. ¿Cómo entendemos esto?

Pues que estos cambios técnicos impulsan los cambios sociales pero porque ya son cambios sociales en sí. La concepción de que la tecnología es un elemento independiente y que provoca cambios sociales por sí sola es errónea (en estos puntos no me explayaré más, porque ya estaríamos hablando de tecnocracia o de determinismo tecnológico, lo cual es desviarse un poco).

Dos de las características que definen formalmente la nueva cultura de masas chocan frontalmente con otras tantas características esenciales del arte y la cultura burguesa: la unicidad de las obras y el elitismo del medio en que aparecen. El pretendido universalismo del arte y la cultura en el siglo XX es posible a partir de la masificación de su producción y consumo, posible a su vez gracias a la utilización de medios técnicos en su producción, transmisión y recepción, que permiten así su homogeneización y serialización. Con frecuencia, el debate filosófico ha obviado las advertencias de Benjamin y se ha centrado, de forma simplista, en la aceptación o rechazo de la cultura de masas en su conjunto, como si tal cosa tuviera algún sentido, cuando con ello no se ha puesto en cuestión la temporalidad de la noción misma de canon y, además, la noción misma de la filosofía como juez de la racionalidad.