1 )En Marxismo
y crítica literaria, Terry Eagleton explora las principales cuestiones del
pensamiento marxista acerca de la literatura y sus relaciones con la
historia, la forma y el contenido, el compromiso del escritor y el autor como
productor, para lo cual revisa no solo a Marx sino a los más destacados
teóricos marxistas que hayan reflexionado sobre la creación literaria.
El contrapunto
de interpretaciones sobre el fenómeno literario expuestos a lo largo
del libro advierten que la crítica literaria marxista está muy distante de
constituir un cuerpo homogéneo de fundamentos y pensadores. Eagleton detalla
cómo posteriores reflexiones a las de Marx y Engels añadieron, modificaron o
radicalizaron algunas de sus afirmaciones. No obstante, acota el crítico
inglés, la crítica marxista de la literatura tiene por finalidad explicar
la obra literaria (forma, estilo y significados) y las
determinaciones históricas que actúan sobre estos recursos, y explicar los
aspectos formales de una obra literaria comprendiéndolos como resultados de un
proceso histórico. Supone un análisis histórico, pero no se limita a ello ni a
una sociología de la literatura. En última instancia, entender la literatura es
para la crítica marxista entender el proceso total del cual forma parte.
Eagleton anota
que el propio Lenin se opuso a que la literatura proletaria sea cultivada con
arreglo a un mandato político, pues lo rechazaba por artificial. Más bien,
Lenin invitaba a conservar lo más valioso del artes burgués que pudiera ser
empleado en nombre de la revolución. Un gran escritor reaccionario podría
escribir una gran obra revolucionaria, como el caso de Tolstoi, ya que las
creaciones artísticas no están plenamente determinadas por la ideología de sus
autores. Trotsky también insiste en que la cultura socialista incorpore lo
mejor del arte burgués. En eso, la
literatura es una ideología. Los autores
exprimían sus ideas políticas a través de la literatura, haciendo de ella un
arma. Eagleton destaca las apreciaciones de Marx y Engels en torno a la función
del arte dentro de la revolución. Ambos sostenían que el arte no era de ningún
modo un medio sino un fin en sí mismo, por lo cual se ubican en las antípodas
de evaluar la literatura bajo prescripción política. Pero la ideología no es siempre una simple refleccion de
una clase dominante, es más complejo que eso.
El autor se
refiere al Modo literario de producción, que se define como una unidad de
ciertas fuerzas y relaciones sociales de la producción literaria en una
determinada formación social. Destaca también la Ideología general, constituida
por los discursos acerca de creencias y valores que están
relacionados con las estructuras de producción material, y que reflejan las
relaciones entre las experiencias vividas de sujetos individuales con las
condiciones sociales en que se producen.
2) No es que la
forma sea una dimensión menor respecto al contenido, sino que la forma
literaria es ideológica. Por consiguiente, hay que prestar
atención a las expresiones, formas y retórica del lenguaje no para reforzar un
análisis inmanentista desde el texto (close reading), sino para examinar la
forma que la ideología ha adquirido en el discurso. Para Lukács la novela como
forma literaria surge en un momento histórico donde la ideología burguesa
requería de una expresión literaria acorde a su visión del mundo. Sin embargo, ello no impidió que dentro del realismo
aparecieran novelas que subvirtieran la ideología hegemónica
mediante
representaciones del decadentismo burgués, como La guerra y la paz, de
Tolstoi o el ciclo de la Comedia humana de Balzac. El
estructuralismo genético de otro crítico marxista como Lucien Goldmann se fija
en la relación dialéctica entre el texto, la visión del mundo y la historia, es
decir en explicar las condiciones históricas en las que surge una ideología y
la forma que adquieren en el texto literario.
El autor dice que
las formas históricamente son determinadas por la clase 'de contenido' que
ellos tienen que incorporar; ellos son cambiados, transformados, estropeados y
revolucionados como aquel contenido sí mismo se cambia. 'El
contenido' está en este sentido antes 'de la forma', tal como para el Marxismo
esto es cambios del material de una sociedad 'el contenido', su modo de
producción, que determina 'las formas' de su superestructura.